CARTA A MI PEQUEÑO

Hoy es un día muy especial con tantos recuerdos,estoy con sentimientos encontrados, alegría y a la vez melancólica.

Es increíble verte en esta imagen a pocas horas de haber nacido y darme cuenta que un día como hoy estas cumpliendo 10 años.

Hijo mío no se como explicarte la felicidad y emoción que sentimos tu padre y yo el día que nos dimos cuenta que Dios te había formado en mi vientre, después de años esperándote , estábamos felices y agradecidos con Dios por tan gran bendición, de saber que vendrías a nuestras vidas.

Te esperábamos con emoción, ansiosos de conocerte y tenerte en nuestros brazos, aunque quizá estabas demasiado cómodo en mi vientre porque naciste hasta las 41 semanas.

Como olvidar ese día, desde un día antes estuve en el hospital, tu padre y yo estábamos con los nervios al tope, y no solo nosotros tú tío que te esperaba ansioso también se volvió loco que hasta se salió del trabajo temprano por estar en el momento que tu nacíeras.

Al fin termino la espera, naciste un viernes 11 de febrero del 2011 a las 7:15 de la noche, después de varias horas, por fin te teníamos en nuestros brazos, un niño hermoso, grande, con unos hermosos cachetitos rojizos que daban solo ganas de comerselos a besos, un hermoso niño que hasta las enfermeras se enamoraron de ti y de tus hermosas y grandes pestañas.

Dios te creo dentro de mi y te hizo lo más bello, hermoso y sano, Dios me bendijo contigo hijo mío, te convertiste en lo más bello e importante de mi vida, la personita que cuidaba y me importaba más que a mi propia vida.

Llegaste a nuestras vidas para enseñarnos el más puro y verdadero amor, te convertiste en nuestro primogénito, contigo aprendimos tantas cosas.

Hubieron muchas preocupaciones, te lloramos demasiado cuando enfermabas, más cuando nos diste el primer y gran susto que tuvimos que tenerte 12 días en el hospital en cuidados intensivos, estábamos con el temor de perderte, pero Dios es grande y te sano.

Seguiste creciendo y alegrando nuestras vidas, eres un niño con un enorme corazón, dulce, cariñoso, amable, inteligente, y me sigues enamorando con tus gestos, y tus palabras de amor hacia mi, me vuelve loca cada vez que me dices que eres el hijo de mamá.

Siempre has sido tan pegado a mi, y aunque cada vez vas cambiando aun sigues con tu dulzura hacia los demás, eres un niño único y especial.

Soy una madre totalmente orgullosa del hijo que Dios me ha dado y espero nunca defraudarte como madre, se que a veces me enojo, grito, y se que también tú te enojas demasiado cada vez que te llamo la atención pero créeme hijo mío que lo hago por tu bien, lo hago por que te amo y siempre deseo lo mejor para ti.

Se que ya no eres un niño, veo tus cambios, cada vez quieres cosas diferentes, ya cambiaste algunos gustos, ya tienes diferentes ideas, tu físico esta cambiando demasiado.

Pero déjame decirte mi querido hijo que aunque crezcas, para mi siempre serás mi niño, el amor de mi vida y siempre te apoyare en todo momento.

Te amo hijo mío, siempre serás lo mejor que me ha sucedió en mi vida, cambiaste mi vida totalmente pero de la mejor manera, mi vida sin ti no sería igual.

Espero y le pido a Dios que nunca cambies, que permanezcas con ese hermoso, dulce y noble corazón, con ese amor hacia los demás y haga de ti un hombre de bien.

Pido a Dios que me de muchos años de vida y seguir estando contigo en todo momento, en cada uno de tus logros para felicitarte, en cada uno de tus caídas para darte ánimos, en cada lágrima tuya para secartelas y que sientas mi amor en cada momentos, que cuando sientas dudas sea tu consuelo, tu apoyo y pueda darte los consejos que necesitas en tu día a día.

Seré la persona que te ama para toda tu vida, y que estaré en cada uno de tus pasos, siempre tendrás en mi, una madre, una amiga, alguien con quien compartir aventuras, alguien que te espera con los brazos abiertos, alguien que te escucha y te dará lo mejor.

Te amo y siempre será así, desde que supe que estabas en mi vientre te amé, te cuide y seguirás siéndolo el resto de mi vida.

Dios te bendiga hoy y siempre mi querido hijo.